Pestañas, péndulo marrón que marca horas en lágrimas. En puntas de pié deshago la sutileza y la vuelvo evidencia entre trago y ceja, de ceño, ceja de sueño.ojos de arena que eximen mis dedos diúrnos de mármol blando. Que no duro. Que ojos. Tus ganas.
Pestaña rara cómo perro verde. ¿Cómo calmar el hambre con piedras? o ¿el desamor con pereza?
Raro como ciego disfrutando de los fuegos de artificios, o un sordo bailando con swing el song.
Raros, éramos, y me encantaba. Eramos la tormenta, y yo sólo hablándonos. Contándote, a vos, tan pereza de sentir y no querer amanecer con ira, contenida, que es ahogo.
Eramos, mostrándome como medallas tus mordiscones, huellas que bien dejaste en mi.
Eramos, ellos , y de que manera estropéandonos las mentes, los minutos, sin entender.
Entender que
de verdad
te quería.