9.06.2009

Pochoclos en la mesa de luz

"Me encantás cuando estás roto". Deshecho en puras palabras sobre música, vida, política, amor, aceite de aviones y otras fórmulas que no buscan resolver, sólo comprender, qué pasa.

"Sobre todo cuando te desatás, eso es lo que más me encanta". Hippie desordenado, de a poco vas entendiendo que sos un pedazo de aire, átomos revoltosos que andan por ahí conformando y combinando letras o acordes, llorándola en cada acción o caminata por ahí. Cuando empezás a contornearte en la oscuridad y te retorcés porque tus piernas no encuentran otras piernas para enrederarse como cuando...
"Cuando tu pelo decide por vos también es hermoso". Como cuando iban las piernas a encontrarse mientras soñábamos. Se entrelazaban y danzaban toda la noche, o a la tarde algunas veces, y estaban tan contentas y descanzadas que nos llevaban a todos lados el resto del día sin quejarse, incluso cuando llovía. Y se mojaba el pelo. De las pestañas, cejas y los primeros de la espalda que van apareciendo medio suave, pero van apareciendo. El pelo te pone en evidencia el humor porque su forma dice todo. Entonces le buscás la forma, lo acomodás y transmite el humor si, pero el que querés transmitir, no siempre el que tenés.
Te despertás con hambre y no parás hasta darte cuenta que estás tan lleno que explotás, que exsistís posiblemente porque sos maíz a punto de reventar, y despilfarrar pedazos deformes de vos como pochoclos por toda la habitación porque no siempre que te indagan hay que responder ni siempre que te vean tenés que preguntar "¿qué?".