Eléctrico, corré el caos

Acá se eliminaron los bordes debajo,
que sostienen,
para que no floten,
las palabras.
Que en la estampida embaten,
el silencio abrumador de lo que no se dice y enceguece.
Coleroso quieto sin movimiento. Con un refinado frío en los dedos.
Mirá que le podría haber dicho.
Piensa. Estático.
Siempre quieto,
que lo que nace y muere,
va en detrimento.
Lo que aquí yace,
es cierta aniquilación a la quietud.
Cierto desprecio a la infrecuencia.
Medio remordimiento. Medio alegro.
Mirá que podría haberlo visto.
Lo que te estallaba en júbilo.
La cola de lado a lado. El corazón.
Aquí yace, el primer Toto.
En la danza más frenética y triste.
¿Cuándo un corazón dice basta?
¿Cuándo dice basta de dolor?
¿Cuándo dice basta de alegría?
Hasta luego eléctrico, tu cuerpo ya no está.
Pero tu estática, se mantiene en movimiento.

Fatal

Cierro con llave

acaba de partir 

un guardián.

Torpe trazo fino de abultada paz.

Nuestra casa en silencio

y te vas.

Partiendo, con la elegancia sutil de los ninjas, 

en la madrugada te vas. 

¿Y qué voy a hacer ahora con tanto vino?

Luz roja intensa.

Vuelvo a llorar.

Por la fiera enjaulada que te llevas.

Otra vez en la secuencia misma de pensamientos circundantes siempre en la misma obra de teatro.

¿Cómo uno puede estar encerrado en un lugar tan grande?

¿Cómo puede uno sentirse tan asfixiado existiendo tanto aire?

Dónde estará lo que necesitamos.

Tenemos noticias que aplastan. Poderes que intentan perpetuarse y nunca se quedan sin hambre. 

¿Cómo hacer para no acurrucarme en mi propio espacio?

Cierro con llave la puerta porque acaba de partir. Un guardián. 

Mar

Podría percibirse cierta dispersión en el silencio de la distancia.
No estabas.
En el eco del aceite hirviendo de tu mirada fría en
inconcluso lamento
que no entiende
que lo que fue y no volvió
ya pasó.
Estalló para desatomizar el amor
y quedó a la deriva.
Un átomo.
Pulsando.
Lactando, corazonada.
Envolvió molécula de luz
y volvió otra vez a revolotear.
Remanentemente.
Reavivadamente.
Recanchufletamente.
Rebota rebotando.
Fusionando algo.
Atomizando desamor moleculado.
Danza molecular.
Fiesta en la cocina.
Y están bailantes.
Y es tan estirable
que se van comiendo espacio
vacío
silencio, con el crepitar molecular de partículas nacientes dentro de nuestro mar haciendo amor.

Extraño

No te alejes que para eso está la distancia.

No te bebas, para eso existen sedientos.

No te endurezcas, para eso vivimos entre piedras.

Tener que llegar a un sueño para sentir el abrazo.

Tener que comer las almendras más lentamente.

Tener las flores, orguas, las lilas; y el viento.

Tener lo que duele el amar que con el tiempo duele mejor. 

No caigas en necesidad, los que sueñan tienen todo lo demás.

No cortes el cuello por capricho a un Samurái. 

No caigas en lo banal del punto, nunca nada tan mentirosamente definitivo como un punto.

En el que es horrible, un punto que no corta. 

Salvo coma mal disfrazada. 

Alguien hoy te vio pasar. 

Alguien hoy te sintió al despertar.

Mineros peruanos enterrados

extrañados en la noche.

Un tipo imita a Kurt Cobain en un espectáculo. 

Alguien hoy te vio pasar.

En los ojos atrayentes.

Del primer "hola" aquella vez.

En la reyerta de la noche. 

Tirano que gime bravo no te pierdas alunado

Que para el frío no hay mejor caricia 

que un puente a la distancia

de esos que traen la brisa

de una Zamaueca soñadora.

No te consumas nunca.

No te vueles nunca. 

Alguien hoy te vio pasar.

Alguien hoy te sintió al despertar. 

Hamacarse en el tiempo

En la cicatrización de las heridas.

Si cortara, acaso, el aire con los pies,
el tiempo con los dedos.
Lo bello del terciopelo
al roce de los dedos,
cambiando el matiz del color.
Como el tiempo que matiza
las cosas que no cicatrizan.
Si cortara, acaso el aire con los pies.

Si al fin y al cabo esto es lo que somos.

Llevate mis ojos para que puedas ver.

Mis manos también.

Hoy el arte está muerto.

Aquí yace cierta continuidad del hombre.

Aquí yace la piedra de movilidad que hace latir a un hombre.

Aquí yace la pena y los estragos de las circunstancias. El amor revolcado en la histeria, encuentro y desencuentro encontrados luego.

Aquí yacen las pinturas, las tintas, el pelo de estreno

polleras, portazos, torrazos siesteros.

 

Ardor sistémico.

Ardor mecanismo.

Ardor duele.

Ardor que quema.

Si esto es lo que somos.

Un león durmiendo

a los pies de un mármol,

esperando que despierte.

Las garras.

Hoy el arte se sigue muriendo.

Nunca serán suficientes

las canciones, los dibujos pobres.

Las fotos o las flores.

Nada, tanto abarca.

Ni el arte.

Ni el encastre de las cosas.

Yace aquí la irrupción inconclusa.

Yace aquí la escriba interrumpa.

Yacen aquí las cosas que vuelan bajo.

Entretenimiento mundano.

Trazar paredes en el desinterés.

Invadir el fuego.

Interrumpir.

Subyace el intervenir para mejorar

Subyace el camino.

Subyace andar.

Si al fin y al cabo esto es lo que somos.

Un andar.

/ \ o========-Abriendo-===========o \ / / \ o=========-Nardos-============o \ /

lijo

lijo

y sigo lijando

mientras acaricio

el vicio

de un perro fuego

lijo

lijo

prenderse fuego un rato

para alumbrar el hastío

lijo

lijo

y vuelvo a lijar

descamo pared

arena lijada por mar

que no se sabe dónde empieza

o dónde termina.

se pintan partículas de aire

con restos de pintura

retazo de recuerdos

esquirlas se desmiembran y vuelan

lijo

lijo

a corazón abierto

cemento en carne viva.

floreciendo los nardos

del bulbo al mundo

a corazón abierto

y despegando estampitas

del recorrido que viene

de los tiempos que corren

acariciar la pared en carne viva

acariciar un perro que se quema

y dejar latir.