Y no puedo y me enferma. Porqué él tuvo que nacer antes que yo. Porqué al menos no fue contemporáneo, así lo conocía, y lo peleaba. Así se dio. Yo le decía que no valía porque a él le era más fácil comentar eso que pensaba individualmente para todos. Esas generalidades que transportaba a experiencias personales. Y lo odiaba, y lo enfrentaba muñido de envidia y orgullo, cariño e indiferencia. Cuando comentaba alguna idea, o llegaba sonriente y leía el poema que había escrito, con su ere patinando, tan enfermante y singular a la vez. Yo altivo ojeaba, escuchaba y por adentro me moría, pero nunca le di ese placer, el de mostrarme débil. Tal vez porque era innecesario, porque sus intenciones no eran ganar, sino compartir y tal vez por eso él era mejor que yo. Y la vez por eso él tuvo que nacer antes, y ser un tipo a destiempo de su época. Y porque no puedo seguir leyéndolo sin antes mirar al cielo, y después al suelo, para gritar HIJO DE REMIL PUTA NO PODES ESCRIBIR TAN BIEN. Y de nuevo me doy cuenta porque él es mejor que yo. Porque no concreto, porque despierto interés sólo cuando estoy presionado, porque empieza el mes. Porque el frío duró más de lo que tenía que durar y porque el insomnio, de nuevo hoy no se hizo esperar. Planificar lo espontáneo es regla general, pero nadie besa por impulso. Pedir días de lluvia te hace más atractivo, pero seguro que nunca caminaste tranquilo y con paciencia todo mojado y sin alguien a quién llegar. Crees que maduraste pero nunca terminaste de saber lo que querías. Para los que nacieron en el tiempo equivocado. Un abrazo Don Julio, dónde quieras que estés.