3.20.2006

estaba en verano cuando me acosté

Curioso correr de los minutos.
Fue verano cuando me acosté y otoño cuando merendé.
Y sigue siendo aun más curioso.
Hubo sol y fresca justa para no sudar nostalgia,
Y así y todo yo vacío de sonrisas.
Todavía tengo el nudo de la corbata atajando los pensamientos que van de la cabeza al corazón.
Y nosé porque la uso si lo único que logró, hasta ahora es, convertirme en piedra.
Fue verano cuando me acosté y otoño cuando merendé.
Y por eso será que no te vi, y por eso será que me perdí.
En la cocina de los arroces que pelan entretuve a la biomaqunaria empalagada de soledad
Y recordé porque ya no podría estar más con vos, por la soledad que te merodea punzándote con un tridente lleno de tristezas filosas que rasguñaban y violaban tus proyectos y esperanzas.
Y entonces recordé porque es que quiero estar con vos, porque tengo un escudo así-gesto de poner las palmas de las manos en la misma altura enfrentadas por un vacío, que en realidad es un todo métrico, que nos indica el tamaño exacto de dicho adminículo protector- de grande con el que quiero cubrirte de los arañazos de esas desesperanzas que lo único que quieren es boicotearte el desayuno, que podría ser invierno, pero antes fue otoño.