O por lo menos un ritmo definido. Como si todos en una fiesta se pusieran de acuerdo para ver qué bailan.
En el medioevo, durante la celebracion de las fiestas reales, el agasajado era el que dirigia el compas y los movimientos hacia donde la masa bailante deberia dirigirse.
Un lord dos punto cero guia el cauce informativo en el que queremos bailar.
Como si este lord tuviese a cargo varias pistas de baile y digitara los pasos y ritmos con que cada pista debe moverse, pero sin que los integrantes de cada pista puedan observar la de al lado.
Internet muestra cree que nosotros queremos que nos muestre.
Los motores busqueda priorizan los resultados de una busqueda segun busquedas anteriores.
Los editores de diarios dejaron de ser los guardiantes de los ritmos en las pistas de baile.
Derribados los guardianes de la información, emergieron los algoritmos.
El viejo editor dejó de ser el filtro de la info y los algorítmos numéricos pasaron a ser los verdaderos editores.
Muchas veces estuvo en duda el principio ético de un editor, el flujo informativo estaba condicionado por el gusto, ideología, necesidad comercial y otra serie de cuestiones que determinaban publicación o no de dicha informacion.
El problema en la actualidad es que es un sistema informatico el que determina el cauce informacional. Una computadora no tiene principios éticos. Ni malos, ni buenos, simplemente no tiene.
Cada vez es menor la edad de los jovenes cuando acceden a consumir informacion.
Cada vez son menores los ninos consumidores de algortimos.
Algoritmos, pueden tener sentido cívico?
Algoritmos, pueden ser buenos ciudadanos?
Algoritmos sensibles.
Muros imaginarios que digitan el resultado
Biits que componen un muro digital.
¿Necesitamos control mental?
Si los medios siguen picando carne
Si los sistema se siguen comiendo a los niños
cada vez desde más pequeños siendo
un bit más en la imaginaria pared del control.
Gugel liv de kids alone.
