El humo de vainilla de la pipa me hace fruncir el ceño y parecerme a Clint Eastwood, ese tipo que siempre mira al sol, cerrando un poco sus ojos y mostrando las arrugas con su sonrisa de malo. Si vieras la tos que me produce hacerme el grande y el tipo de calle, te reirías hasta las lágrimas. Y si eso logro, si simplemente hago que salgas de tu nostalgia de encierro melancólico y aviones latinos, soy el hombre más feliz del mundo.
De la misma manera en que me endulzaste la mañana quiero decirte muchas cosas sin ahogarte ni atorarte con mi exaltación. Exaltación porque todo está en equilibrio y no por vos, sino por mi.
COF COF. El humo me entró en los ojos y en la nariz. Otorgás permiso y te robás las sábanas dejándome los pies al descubierto, pero no me importa, todo porque disfrutes tu noche.
COF COF, es tarde y no quiero irme porque este texto es lo más cerca tuyo que puedo estar esta noche y no me atrevería a pedir más, nunca se me ocurriría algo así. COF COF, la pipa se resbaló de mis labios y rodó sobre el pulóver de rombos colorinches, para descansar en el pantalón desparramando las cenizas un poco prendidas. Y así fue que murió la imagen del cowoy. Seguro que al boludo de John Wayne no le pasaba esto cuando quería conquistar a su chica. Ojalá fuese tan simple, te calzaría el sombrero y con un par de arengas te tomaría del moño violeta para subirte al caballo y salir a andar por ahí.
COF COF, ya no me atajo ni me ato, ahora soy un poquito más libre y grande y gigante, tímidamente enorme. Aunque para la despedida sólo un abrazo voy a regalar, sabés que significa mucho más que simplemente acompañarte y escucharte. Significa que a tientas avanzaré para intentar cautivarte sin agobiarte ni aburrirte, porque si hay algo que hacés es aburrirte rápido.
COF COF, y espero enrollarte para quererte despiadadamente. Mordiendo tus labiecitos finos y esperando que me pegues fuerte, muy fuerte para saber que estoy vivito y tal vez coleando. COF COF, encendí una vela para alumbrar el pasillo sin despertar a las fieras que viven alrededor, acechándome los pies en piel y sucios. Al final del pasillo en penumbras giraré para mi cama, me taparé entero dejando la nariz de gancho amenazadora al aire y a soñar un rato, que tal vez, sólo tal vez puede ser que te encuentre chapoteando en las plegarias que inundan las ganas de tenerte un poco, sólo un poquito más cerca.
De la misma manera en que me endulzaste la mañana quiero decirte muchas cosas sin ahogarte ni atorarte con mi exaltación. Exaltación porque todo está en equilibrio y no por vos, sino por mi.
COF COF. El humo me entró en los ojos y en la nariz. Otorgás permiso y te robás las sábanas dejándome los pies al descubierto, pero no me importa, todo porque disfrutes tu noche.
COF COF, es tarde y no quiero irme porque este texto es lo más cerca tuyo que puedo estar esta noche y no me atrevería a pedir más, nunca se me ocurriría algo así. COF COF, la pipa se resbaló de mis labios y rodó sobre el pulóver de rombos colorinches, para descansar en el pantalón desparramando las cenizas un poco prendidas. Y así fue que murió la imagen del cowoy. Seguro que al boludo de John Wayne no le pasaba esto cuando quería conquistar a su chica. Ojalá fuese tan simple, te calzaría el sombrero y con un par de arengas te tomaría del moño violeta para subirte al caballo y salir a andar por ahí.
COF COF, ya no me atajo ni me ato, ahora soy un poquito más libre y grande y gigante, tímidamente enorme. Aunque para la despedida sólo un abrazo voy a regalar, sabés que significa mucho más que simplemente acompañarte y escucharte. Significa que a tientas avanzaré para intentar cautivarte sin agobiarte ni aburrirte, porque si hay algo que hacés es aburrirte rápido.
COF COF, y espero enrollarte para quererte despiadadamente. Mordiendo tus labiecitos finos y esperando que me pegues fuerte, muy fuerte para saber que estoy vivito y tal vez coleando. COF COF, encendí una vela para alumbrar el pasillo sin despertar a las fieras que viven alrededor, acechándome los pies en piel y sucios. Al final del pasillo en penumbras giraré para mi cama, me taparé entero dejando la nariz de gancho amenazadora al aire y a soñar un rato, que tal vez, sólo tal vez puede ser que te encuentre chapoteando en las plegarias que inundan las ganas de tenerte un poco, sólo un poquito más cerca.