9.27.2006

Interminable Incomodidad

Incómodo el polvo que hace que estornude, o un dedo ajeno en la nariz que rasca y no encuentra. Incómoda es la araña que encontré en una taza –gracias coco por salvarme de esa, te debo una- incómoda la arena de los pies en la sábana una tarde en Pinamar, un zapato absorbiendo lentamente una media mientras caminamos. Una pestaña en el ojo, un orégano en la tercer muela, el pulóver que usamos dos veces al año y nos hace picar los brazos, volver y no conocer a nadie. Incómodo es que te pregunten por mamá y tu infancia y no tengas puta idea de quién es. Golpearte una encía lavándote los dientes, encontrarte con alguien que no esperabas en el momento menos oportuno, no poder rascarte la entrepierna en público. Incómodo me vaya y tarde en volver, la distancia entre los teléfonos y las necesidades insatisfechas, la espalda que pica en el medio, donde la mano propia no llega. Incómodo es figurarte un poco más cerca en un acorde compuesto, suspendido, flotando en el aire sin poder cazarlo y hacerlo melodía. La pelea eterna entre pueblo y ciudad, incómodo es levantarme y no verte cerca, abrazarte en el trayecto que recorro caminando por la ciudad, incómodo también es....