2.13.2008

Carta para Juan Manuel

Hoy.
Hoy me di cuenta.
Hoy me di cuenta cuando fui a la escuela que hasta hoy no extrañaba. Recién hoy que fui a buscar un certificado de título en trámite caí en que no vas a estar sentado más al lado del banco, y que no más bondeola chupando frío en la costanera, y que los dos habanos que tengo en la meza de luz me van a hacer pedazos los pulmones, y que una doce de empanadas es mucho.
Esta tarde, pensando un rato, porque ahora me tomo algunos segundos en el día para pensar; que nunca un mail. Nunca contesté un mail. Nunca te escribí para contarte lo que pasa acá. En verdad lo que me pasa por acá.
El ispa sigue igual juanma, eso seguro lo leés. La gente sigue en una nube de pedos atómica, y nuestra gerencia política no hace mucho para lograr que la gente deje de remontar ese barrilete de alpedismo al que nos acostumbramos. Está bien, es pleno febrero, para esta gente siempre es febrero.
Hoy terminé de decidir. Darle para adelante con la licenciatura en periodismo. Además de la de comunicación. Voy a ser un Licenciado en Periodismo apostólico romano, según la USAL esa es su orientación en sus escudos y estructura, pero a la vez un Licenciado en Comunicación Social de ¿izquierda?, o lo que la UBA sea.
Hoy me di cuenta que hay veces que a la inspiración hay que motivarla, y el verdadero escritor sería aquél que sabe cómo generarla, los otros son meros expresionistas del momento. Se te extraña coco. Y eso es todo el expresionismo momentáneo que me surge después de ver perder al ciclón.
Hoy me di cuenta que cuando sea marzo y no quiera correr al lado del segundo hijo del viento voy a quedar re manija y me veré obligado a conformarme con comunicarme así con vos y tenerte un poco de envidia por eso de las playas y el caribe. Que el codo lo voy a tener que guardar cuando el remate de chiste malo, y que la carcajada te la voy a guardar en el fondo del vaso de whisky que todavía no me serví y no tomé hoy.
Hoy me di cuenta que no estoy a la altura de escribirte un texto coherente, profundo, narrado. Extraño.
Hoy, cuando volví de pedir un certificado, antes de que la lluvia me agarre y potencie la gripe que me raspa la garganta y San Lorenzo pierda en su debut en la libertadores, y después de escuchar una canción que me hizo acordar de eso de las balas y lo cruel del mundo y lo maravilloso de nosé que cosa...me di cuenta que extrañaba.

Cuenta.

Mozo, la cuenta por favor.