3.12.2010

Lavalle No More

Algo fusiló.
Salimos de la misma forma de la que entramos: corriendo.
Y como corriendo vivíamos no notamos que el General algo estaba dejando.
Algo tenía en la mira. Entre sus ojos.
Entramos como chicos y nos fuimos mucho más chicos, pero con otras seguridades: aprendimos a manejar el fusil para disparar el tiro de la justicia hacia nuestro lado. La protección de las filas amigas y entre en las trincheras de las tristezas aprendimos a manejar el dolor.
Alguien se murió cuando nos fuimos de ahí. Tal vez fue determinada inocencia, o alguna forma naif de concebir la cotidianeidad. De sentarse a comer y tratar de atesorar eso que llamamos costumbre.
Hasta que crecimos y dijimos "No más". Que los valores son los que construimos nosotros con nuestros queridos, y los que están son los que importan. A los demás los licuó el tiempo, las traiciones o su andá-a-saber-qué. 
Llegamos de otras legiones. Con un par de batallas encima y con la espectativa de conocer de verdad la carne de un amigo. Al tanto estabamos de las pieles, los gorros, cualquier artilugio que maquillaba la amistad, pero detrás de todo el disfraz había, y hay más que nunca, carne. Y la carne la llevamos el día que dejamos al General Lavalle.
Algo se fusiló por orden del General. Sospecho que fueron las pieles de una época que tuvo buenas y malas. Tuvo un sillón que vio amaneceres, atardeceres, polvo y siestas. Y entendimos, por sobre todo, que el paso del tiempo no necesariamente mejorará nuestras vidas.
Preguntarnos qué pasó. Y qué es lo que hace que nuestro presente deteste el futuro. Qué le pasó a la generación de Lavalle que fusiló la posibilidad de ver esperanza donde ahora vemos oscuridad.
Hay una palabra dual que es irremplazable, dicotomía. Y va a depender de la bifurcación que decidamos seguir, el camino a tomar, la resolución de esa dicotomía. Quiero futuro, no quiero futuro. Y si lo quiero ¿cómo va a ser?
Algo se fusiló en esos días, y creo que es algo cercano a esa dicotomía, la del futuro.
Con ese fusilamiento hicimos que los años de esa batalla sean más llevaderos, vivibles.
Aglo fusiló el General y la pelea la dimos, pero no more.
No más correrse con lo imperceptible del futuro.
No más esconderse en las trincheras del sillón.
No más pensar que el futuro es gris.