8.13.2011

En foco

La tristeza de la exitoína.
La tragedia del éxito puede hallarse tal vez en la ausencia del motivo.
Despegarse del éxito conlleva una tarea tiránica con uno mismo.
Desmantelar las intenciones del impulso.
Como quitarle la razón de ser a un motor.
Como salirse eyectado fuera de pista de lanzamiento.
Como si un astronauta probara que su cohete, en efecto puede volar, pero no puede volver.
Aferrarse a un motivo.
Galopar para ver el camino difuminarse,
con
arboles pasando a toda velocidad.
con
líneas blancas intermitentes sobre los pies
por
momentos dobles amarillas.
Esa forma tan escurridiza de aferrarse.
Intento de éxito: pelear como uno sabe. Mantenerse en pie, todo lo que el oponente pueda.